Clonación terapéutica

Autores/as

  • Natalia López Moratalla Autor/a Universidad de Navarra

Resumen

El juicio ético sobre la cuestión de producir un clon humano, tanto con el fin de que se desarrolle y nazca (clonación reproductiva) o de que se desarrolle solo hasta blastocito para usar las células madre embrionarias en beneficio de la salud del donante del núcleo (clonación terapéutica), exige conocer y precisar rigurosamente desde la ciencia cuál es el hecho biológico natural que se manipula –la transmisión de la vida en mamíferos que es de suyo sexual– y el proceso que se pretende artificialmente: saltar la barrera natural de los mamíferos a una reproducción asexual. Es obvia la ilicitud de su aplicación a los hombres; una manipulación del origen de una persona de esas dimensiones supone la mayor agresión planteada a la dignidad humana y al carácter procreador de la transmisión de la vida. El carácter de individuo de la especie que posee el cigoto es independiente del proceso por el que se obtenga. No es determinante que la procedencia de la herencia genética sea de los pronúcleos haploides de una célula germinal femenina y otra masculina, o, por el contrario, del núcleo diploide de una célula somática obtenida de un solo individuo. Lo decisivo para obtener un individuo es la idoneidad de la célula (o células) de partida para emitir el mensaje genético comenzando por el principio y, por ello, con la capacidad de desarrollarse como un nuevo miembro de la especie. El núcleo que se transfiere procede de una célula somática y es preciso que se “rejuvenezca” su información genética para ser capaz de empezar a emitir el mensaje desde su inicio. Esta reprogramación es más difícil cuanto más compleja es la especie a que pertenece el individuo. Tal reprogramación no es una mera “manipulación posterior” de un cigoto ya obtenido; sin ella puede producirse división celular y crecimiento más o menos caótico u ordenado, pero nunca el complejo crecimiento sincronizado y armónico que da lugar a un organismo. Esto es precisamente lo que diferencia un organismo en desarrollo de un simple crecimiento celular más o menos “embrioide”. El conocimiento del proceso de reprogramación del núcleo de una célula de primate adulto en un óvulo pone de manifiesto que es muy improbable, en el momento actual, conseguir la clonación humana. Y, al mismo tiempo, ese conocimiento puede permitir, manteniendo las suficientes cautelas, conseguir estructuras celulares embrioides, en las que algunas células tengan las características de las madres embrionarias. En todo caso, y aun con garantía plena de que no se produce un verdadero embrión humano, la necesidad de partir de óvulos humanos, la falta de utilidad terapéutica y la no necesidad de ese material para investigar hacen desproporcionado el medio de obtener las células con el fin que se persigue.

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Biografía del autor/a

Natalia López Moratalla, Universidad de Navarra

Catedrática en Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra

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Cómo citar

López Moratalla, N. (2009). Clonación terapéutica. Persona Y Bioética, (22-23). Recuperado a partir de https://personaybioetica.unisabana.edu.co/index.php/personaybioetica/article/view/893

Número

Sección

Artículos de reflexión