UNA VIDA DE CALIDAD. REFLEXIONES SOBRE BIOÉTICA


Victoria Camps.

Crítica, Barcelona, 2001.


La obra de Victoria Camps plantea una reflexión sobre la situación cultural a la que nos convoca el desarrollo biotecnológico. Se trata de una condición en la que no es posible apelar a la tradición moral que ha regido por lo común a occidente, pero tampoco a una racionalidad presuntamente universal. De cara a la demanda de soluciones hechas y prefabricadas, Camps subraya la necesidad de rescatar la dimensión deliberativa de la ética, pues esta última no puede ser el establecimiento de normas o códigos de conducta que valgan para siempre, sino, por el contrario, consiste en un proceso deliberativo que precede y sigue a la aceptación de las normas.

La reflexión de Camps en el contexto bioético es particularmente interesante, al advertir que la bioética es básicamente un proceso, un descubrimiento cercano a la prudencia aristotélica, que mal traducido en nuestra época corresponde a una sabiduría, para saber hacer lo justo en el momento justo. Camps rescata la rehabilitación contemporánea de Aristóteles, en la medida en que la phronesis se halla libre de toda formulación o de toda normativización. No libre de dificultades este punto, Camps reconoce los problemas de un estado éticamente neutral, con el precio de no distinguir entre ética y política, en el contexto del estado liberal contemporáneo.

La obra también posee reflexiones en torno a la legitimidad de los absolutos morales y la provisionalidad de las interpretaciones éticas. En el contexto del respeto a los límites, encuadra una reflexión sobre la dignidad humana y la calidad de vida.

 

Pedro J. Sarmiento M.