PALABRAS DEL SEÑOR VICERRECTOR ACADÉMICO DE LA UNIVERSIDAD DE LA SABANA Y DIRECTOR DE LA ESPECIALIZACIÓN EN BIOÉTICA EN LA CEREMONIA DE GRADOS DE LA 1a. PROMOCIÓN DE LA ESPECIALIZACIÓN EN BIOÉTICA

 

PABLO ARANGO RESTREPO

Médico Ortopedista. C. Magister en Bioética. Director de Bioética Universidad de La Sabana.


NECESIDAD DE LA FORMACIÓN CONTINUA

Ustedes han terminado unos estudios universitarios, y han esperado mucho tiempo el recibir su grado. Si creen que ya lo saben todo están perdidos. La universidad elabora sus curriculum para darle al estudiante lo más importante. Si se fuera a enseñar todo lo que hay de medicina la carrera en vez de durar 6 años duraría 18, y la de enfermería 10, y la de educación 10 o 12 según el área. Se dice que el 90% de los científicos que se han dedicado a la investigación a lo largo de la historia viven actualmente, y que las tres cuartas partes de la información disponible en el mundo entero se ha generado tan solo en los últimos 20 años. Que hacer ante esta avalancha de conocimientos? Evidentemente no lo podemos conocer todo, es necesario saber buscar lo importante, saber donde están los conocimientos científicos, es fundamental saber distinguir la verdad de la mentira, es básico saber consultar, saber llegar a las fuentes de conocimiento. Si hace apenas unos pocos años un estudiante consideraba que tenía una formación suficiente cuando conseguía aprender todo lo que sabía su profesor, hoy puede decirse que al terminar su carrera muchos de los conocimientos aprendidos habrán perdido su vigencia o habrán sido sustituidos por otros.

El hombre de otros tiempos tenía en su haber menos información, pero estaba en posibilidades de meditar y reflexionar sobre ella, y de entenderla a la luz de las pocas teorías que tenían la pretensión de explicar el mundo. El hombre de hoy naufraga en un mar de información que no alcanza a conocer, no solo por el exceso de datos y la velocidad con que son remplazados por otros, sino porque su espacio de reflexión es muy limitado, o sencillamente porque no está interesado en esa reflexión.

CRISIS DEL HOMBRE ACTUAL

El hombre moderno está en crisis por haber perdido el sentido de su vida, haber perdido valores humanos importantes y querer acabar con la institución familiar

F. Dostoiewsky (1.821- 1.881), uno de los más importantes novelistas rusos del siglo pasado decía: "El secreto de la existencia humana no consiste solamente en vivir, sino también en saber para que se vive", Y Bruno Bettelheim decía: "Si esperamos vivir no solamente un instante, sino en plena conciencia de nuestra existencia, entonces nuestra necesidad más grande y la hazaña más difícil de lograr es dar sentido a nuestra vida".

La ciencia es seductora y fascinante, porque nos hace descubrir la infinitamente y lo infinitamente pequeño, consiguiendo resultados impresionantes. Pero conviene recordar que, aunque tenga la capacidad de explicar el funcionamiento biológico y las interacciones entre las moléculas, no podría renunciar por sí sola a la verdad última y proponer la felicidad que el hombre anhela alcanzar, ni dictar los criterios morales para llegar al bien. En efecto, estos últimos no se establecen sobre la base de las posibilidades técnicas ni se deducen tampoco de las verificaciones de las ciencias experimentales, sino que" están en la dignidad propia de la persona". (Veritatis splendor, 50).

Todos los que por la ayuda de la Providencia hemos obtenido un título profesional debemos comprometemos en la tarea fundamental de formar al hombre para que llegue a ser cada vez más hombre, que pueda ser más y no solo que pueda tener más.

RESPONSABILIDAD DE LOS NUEVOS PROFESIONALES

Tenemos la estupenda responsabilidad de llevar de la mano a nuestros semejantes a encontrar un sentido a su vida y a transmitirle valores que le ayuden a vivir plenamente su vida. la pregunta que surge es, ¿tendremos claro el sentido de nuestra vida y los valores vitales, para poderlos transmitir?.

LA CIENCIA NO LO ES TODO

La ciencia consigue un conocimiento auténtico, pero no agota la verdad. La ciencia solo es posible porque existe una naturaleza que tiene una consistencia propia y un orden racional que remite a la acción Divina, y porque existe la persona humana que, gracias a sus dimensiones intelectuales, participa de la espiritualidad y es capaz de penetrar intelectualmente en el modo de ser de la realidad. Los genes no piensan, el cerebro tampoco. Pensamos nosotros.

UNA ANTROPOLOGÍA CRISTIANA

Que es el hombre? Para Aristóteles es "animal político", para Sartre una "pasión inútil". Para los deterministas como Freud es una esclavo de sus instintos. Al lado de estas descripciones, podemos decir que "el hombre es el único ser que va a morir, y lo sabe". Por aquello de que" el hombre es el único ser que va a morir y lo sabe", un hombre será más él mismo - y, por tanto, más humano- cuanto más consciente sea de que su vida está emplazada con una "cita terminal". El hombre frívolo raramente piensa que ha de morir. El sensato vive sabiéndolo. Y el más sensato, hace de su vida una larga preparación para la muerte: una graduación, un master de idoneidad, para cuando deba... empezar a ser eterno.

Es evidente que la vida no es un paréntesis entre la nasa y la nada

Volvemos a la pregunta desconcertante y emocionante, la pregunta osada y desvalida, la pregunta aldaba de todos los enigmas, la pregunta del insomnio y de la soledad, la primera y la última pregunta del filósofo, del científico, del artista: que es el hombre? El pensamiento se hace oceánico, buscando una respuesta certera. Sin embargo, ese interrogante está respondido desde hace miles de años en la primera página de la Biblia. Pero está respondido con tal simplicidad, con tal candor, que pasan y pasan las generaciones humanas sobre el relato del Génesis, sin recobrarse de la sorpresa.

Ahí se nos da la noticia de que el hombre es a un tiempo telúrico y espiritual, hechura de barro y hechura de Dios.

LA FORMACIÓN DE LA UNIVERSIDAD

La brecha entre nuestra capacidad técnica y nuestra percepción filosófica o humanística se está ensanchando

La universidad debe ayudar al hombre a sobrevivir en la sociedad actual, porque nos ayuda a pensar en el problema y no simplemente suponer que los especialistas en los diferentes campos de la ciencia, por si mismos, sin orientación y en ausencia de valores morales coordinados, nos den la respuesta adecuada.

La responsabilidad de la universidad no es sólo con la ciencia sino también con el hombre. El conocimiento y la tecnología son cambiantes, pero la calidad del ciudadano y la actitud hacia el conocimiento son permanentes. Por eso, la educación no puede estar basada sólo en el conocimiento y la enseñanza de las tecnologías. Se requiere educar con el ánimo de construir actitudes permanentes para la búsqueda del saber, y de entregar elementos para convivir armónicamente en las comunidades que reciben el beneficio de los avances científicos.

La universidad debe estar comprometida con los hombres para ayudarles a progresar, a crecer intelectualmente, a ser cada día mejores ciudadanos, mejores padres de familia, mejores educadores, mejores cristianos. "El problema central de nuestro tiempo es de k cómo emplear la inteligencia humana para salvar a la humanidad". Ornar Bradley. Esta frase es muy cierta, todos tenemos que trabajar por nuestros semejantes.

FILOSOFÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LA SABANA

La Universidad de La Sabana quiere infundir en sus alumnos un profundo respeto por el ser humano, que no debe ser considerado como cosa, sino como un ser trascendente con el cual debemos relacionamos de diferentes maneras, como profesores, como alumno, como colega, como empleado, como director de una empresa educativa. La Universidad quiere dar una respuesta a las grandes incógnitas del hombre actual y del hombre de todos los tiempos que son: quienes somos, de donde venimos, a donde vamos y que es el mal, el dolor, la enfermedad. La filosofía ayuda a resolver algunos de éstos enigmas o parte de ellos, pero la respuesta total la da la Fe, y debemos acudir no porque no queramos ser científicos sino porque la ciencia no da respuesta a todo; no hay contradicción entre ciencia y fe. El ser cristiano debe afectar todas las dimensiones de la existencia humana. "La penosa ruptura entre la fe que nos profesan y la vida ordinaria de muchos debe ser contada como uno de los más graves errores de nuestro tiempo". Concilio Vaticano II.

SENTIDO DE LA VIDA

Es muy importante para toda persona encontrar cual es el sentido de su vida, que busca en su diario vivir, que es lo que da razón a su vida, cual es la razón de su existencia. Si una persona no tiene una razón para vivir se encontrará muchas veces desubicada.

La razón para vivir puede ser una razón temporal y actual o puede ser una razón trascendente: hay gente que vive para gozar, y desea tener placeres porque piensa que se puede morir en cualquier momento y hay que aprovechar para gozar al máximo. Ortos tienen como fin de su vida sobresalir y ser admirados, otros tener dinero.

También hay razones para vivir que son trascendentes, como es la visión que da la religión, que nos enseña que esta vida terrena es solo un paso corto, algo breve que nos prepara para otra vida que es eterna. Demostrar esto es por vía de la razón no es fácil, se pueden dar argumentos para hacerlo. Pero en últimas hay un asentimiento dado por la fe.

Cuando se cree en algo superior, que supera la razón, estamos creyendo en un Dios, un Dios que no podemos conocer directamente sino a través de sus manifestaciones hacia nosotros. Quien cree en un Dios, debe por obligación creer que ese Dios es Omnipotente y Todopoderoso porque de lo contrario no sería Dios. Y si es Todopoderoso nosotros debemos esta sometidos a El, sometidos en todos los campos, y actuar conforme a su voluntad.

La rectitud de vida es actuar en todo conforme a lo que se piensa, es ser consecuentes, es tener unidad entre lo que se piensa y lo que se hace, es ser personas de una sola pieza.

Guardar unos principios siempre es rectitud, sacrificarse por unos principios de rectitud, y "el sacrificio más sublime es dar la vida por las propias creencias".

En muchos la inteligencia ha renunciado a si misma y a la crítica, porque resulta demasiado arriesgado contradecir el parecer de la mayoría y porque es precisamente la ausencia de criterios propios lo que ahora se valora como pensamiento original. Tenemos que enfrentamos un mundo materialista y hedonista que quiere reducir el bien del hombre, su fin, en tener bienes materiales y en pasarla bien. Enfrentarse a esto requiere poner en juego nuestra libertad, tomar una decisión, enfrentar un riesgo, cosas que muchos no están dispuestos a hacer porque "prefieren la garantía del pan cotidiano, la seguridad de una mano anónima, que rija sus destinos".

La falta de rectitud de las personas es algo que no está bien, pero que hay comprender, puesto que todos tenemos fallas y errores; pero hay que tener criterios claros, llamar a las cosas por su nombre y a lo que está mal hay que llamarlo mal y a lo que está bien, bien. No podemos tergiversar la conciencia, acostumbramos al mal y pasar a llamarlo bien. "Cuando no se actúa como se piensa, se termina pensando como se actúa". Es decir se termina por justificar las malas acciones y acostumbramos a ellas. Hoy los argumentos morales no cuentan, lo que cuentan son las encuestas de opinión, las estadísticas, que dicen si algo lo hace todo el mundo o muy pocas personas. Los que hacen muchos así sea malo está "bien", lo que hacen pocos está "mal".

La Universidad espera de Ustedes un comportamiento ejemplar en el desarrollo de su labor profesional, que trabajen por el bien del país, que sean ciudadanos de bien, modelo para sus semejantes, que aquellos que están cerca de ustedes se sientan reconfortados por su honradez y valía, que se sientan animados a ser cada día mejores, que quieran imitados por su laboriosidad, por su respeto a los semejantes, por su afán de servir a los demás.

La universidad no les dice adiós, en ella han pasado ustedes muchos días de su vida y ésta seguirá siendo su casa, aquí quedan sus profesores, sus amigos, hacemos votos del Todopoderoso para que les vaya bien, para que triunfen en su vida, y aquí estaremos atentos para ayudarlos y para escucharlos. Queremos ser sus amigos.

Muchas gracias

Pablo Arango Restrepo