LA EUTANASIA: EXPRESIÓN DE LA CULTURA DE LA MUERTE


AMPARO VÉLEZ RAMÍREZ

Investigación y Docencia. Departamento de Bioética. Universidad de La Sabana.


Estas líneas (1) quieren mostrar el debate que tiene lugar entre los argumentos a favor y en contra de la eutanasia. No quiere detenerse en las disquisiciones filosóficas y lingüísticas que sostienen los partidarios o los opositores de esta práctica. Más bien, quiere dejar planteada una hipótesis sociocultural, relacionada con una tendencia proclive de la sociedad actual frente a la eutanasia, que lleva a una paulatina despenalización de la misma y a considerar que la muerte es una decisión voluntaria que puede tomar el ser humano en aras de garantizar lo que para él representa la "calidad de vida". No olvidemos que el tema de la Eutanasia es un problema civil. Laico.

1. Es casi un lugar común afirmar que la muerte es parte de la vida. Morir forma parte de la existencia y es esta consideración la que lleva a pensar que en la demanda por la eutanasia hay algo más que el deseo de morir. Las necesidades de ser atendido, escuchado, respetado, alimentado, entre otras, son ineludibles para aquel que está en trance de muerte. Garantizadas lleva a que el moribundo acepte su situación como parte natural de su decurso vital. Por estas razones y con alguna jocosidad con frecuencia se encuentra la apreciación de que el deseo de morir de un paciente es causado por el médico (2) . Un enfermo que sienta que es importante, aceptará el término de su vida como un proceso natural y no querrá apresurado. Su autonomía no se expresará en la petición de la eutanasia y cada uno de los instantes de su vida tendrá la calidad con que ameritan ser vividos.

Valga la pena anotar que el hombre no es propietario de su existencia y que por ésto no tiene poder para ejercitar su dominio sobre algo que no le pertenece. Por otra parte, la vida no es un objeto de consumo. Esta cosificación de la vida origina posiciones materialistas bastante en boga que llevan a pensar la vida como un objeto que se acepta o se rechaza ante determinadas circunstancias. La enfermedad y la vejez no serían entonces compatibles con una vida de calidad y previendo tales situaciones es posible expresar en qué condiciones vale la pena seguir viviendo. Para ello se cuenta con la autonomía necesaria para expresar la ultima voluntad en forma de testamentos moritorios.

2. El concepto de muerte esta sujeto a la influencia de la cultura y de la historia. El hombre se ha preocupado personalmente por este tema que hoy en día ocupa un lugar destacado en la reflexión de todas las ciencias humanas.

Enmarcadas en las presiones por la "calidad de vida" y por la autonomía del paciente, las distintas asociaciones existentes en el mundo a favor de la eutanasia (3), afinan sus argumentos para exigir una discusión basada en estudios empíricos y mas allá de los planteamientos éticos y morales derivados de las creencias religiosas. Así, dar "muerte no es siempre un crimen; por ejemplo, si se hace buscando el bienestar de otros".

Para obviar las dificultades legales que origina la práctica de la eutanasia los llamados movimientos en pro de una muerte digna han venido cobrando fuerza a través de los testamentos vitales y las voluntades finales. Los primeros generan un fuerte debate ya que llevan al dilema ético de aceptar que el paciente tiene derecho a solicitar la eutanasia y que ésta se le practique. Las voluntades finales son solicitadas por los pacientes con el animo de morir en paz y no correr el riesgo de que se les aplique la distancia (4).

Los movimientos en pro de una muerte digna argumentan que pese a que existe un número significativo de pacientes (90% en Norteamérica) que han expresado su deseo de estipular sus disposiciones finales, el 40% de los médicos no permiten estas expresiones violando la autonomía de los pacientes. Sin embargo, estos médicos alegan actuar de acuerdo al principio de beneficencia. El dilema se genera porque el cuidado de la salud ha dejado de ser un asunto doméstico y espiritual para convertirse en uno secular e impersonal, en el cual la verdad se ha ido erosionando.

3. La dignidad de la persona humana, su autonomía, la calidad de la vida y el rol del médico, elementos que toman en consideración los movimientos a favor de la eutanasia, también son retornados por la doctrina de la Iglesia.

Los planteamientos de la ley natural expresan un respeto incuestionable de la vida humana, como expresión de la bondad divina y contra la cual es imposible atentar a riesgo de contravenir el quinto mandamiento. Estas consideraciones ponen presente que la prohibición de la eutanasia está basada en la ley de la naturaleza antes que en la evangélica. Es un crimen en el que nadie puede cooperar, en forma alguna y menos cometer.

La eutanasia es absurda e inhumana; equivale a adueñarse de la muerte de modo anticipado, poniendo fin "dulcemente" a la propia vida o a la de otros. Además, es un retroceso y rechazo de la ciencia que ofende la dignidad del moribundo y su persona. Es uno de los síntomas mas alarmantes de la "cultura de la muerte" que avanza en las sociedades del bienestar, caracterizadas por una mentalidad eficientista, que presenta el creciente número de personas ancianas y debilitadas como algo demasiado gravoso e insoportable (Evangelium Vitae, 64c).

Esta "cultura de la muerte", en la que el Santo Padre insistió reiterada­mente en sus homilías durante su reciente visita a México en el año en curso, es la expresión del facilísmo que caracteriza la sociedad actual. Es mas fácil poner fin a la vida de un enfermo que llenar de amorosos cuidados sus últi­mos días. Es mas fácil cortar de raíz la vida, que envejecer. Es mas fácil morir cuando uno decida que cuando la vida llegue a su fin después de la enferme­dad y la agonía. El bienestar y la eficiencia con frecuencia llevan a que impe­ren condiciones legales e institucionales que escudadas en una ética principalista llevan a que la sociedad vea con buenos ojos las prácticas que ocultan la euta­nasia. La aceptación de los testamentos vitales, los moritorios y el suicidio asistido son nuevas formas que reviste la cultura de la muerte que ve como incómoda la enfermedad y la vejez y que en la eutanasia cifra su victoria contra la muerte.


1. Las reflexiones que conforman este escrito son producto de la revisión de casi 200 documentos para el Estado del Arte sobre la Eutanasia. que se lleva a cabo en 1998-1999, en la Universidad de la Sabana, como parte del desarrollo de la línea de investigación sobre Estados del Arte. Los resúmenes de la documentación seleccionada y los análisis de la misma, estarán próximamente en circulación.

2. "Si sientes deseo de morir, cambia de médico".

3. Muchas de estas asociaciones hacen circular sus documentos por Internet y están dispuestas a resolver las inquietudes de los usuarios. También sitúan en la red documentos ágiles que resuelven, a favor de la eutanasia, las dudas e inquietudes mas comunes de quien pueda firmar un testamento vital.

4. La distancia alude a las situaciones médicas creadas por la terapia de reanimación que pretende alejar lo mas posible la muerte utilizando medios ordinarios y extraordinarios, normalmente con un alto costo económico para la familia.